Comenzó desde muy pequeña, al nacer y crecer en un entorno de precariedad y dificultades económicas sentí la hostilidad del mundo. La violencia estructural reduce tus oportunidades de superación y hace de tu vida un sinfín de retos cotidianos. Vivir en un hogar pobre donde la violencia y sus distintas manifestaciones estaban presentes, me hizo entender que no era adecuado, ni justo para mí o cualquier otro ser humano. Con el tiempo crecí rechazando toda expresión de violencia, pero al mismo tiempo fortaleciendo mi rebelde, mi pensamiento crítico y mi insaciable necesidad de investigar otras formas de relacionarnos. Desde pequeña tuve la certeza de que la educación era mi única alternativa para superar mi situación de pobreza extrema y me refugié en libros. Tenía una sensibilidad especial ante las injusticias, los desaires y la marginalización de la era víctima, y aunque mi destino parecía ya estar determinado por mi clase social y mi género, seguí como buena rebelde empeñada en lo que tanto anhelaba… A mis 16 años tenía una clara percepción de los postulados de Gandhi, de su resistencia pacífica, de su Satyagraha y de rechazar cualquier imposición social injusta. Las dificultades económicas continuaron y aunque pase por distintas universidades publicas fue en 2018 cuando finalmente alcance graduarme de la Universidad Central de Venezuela como Socióloga, y en 2021 de la Universidad Latinoamericana y del Caribe como Especialista en Derecho Internacional Humanitario.
Mi formación profesional ha estado orientada por los problemas que atraviesan mi propia existencia, entender las causas estructurales de las injusticias de clase social y género y esto estrechamente vinculado a mi interés personal de rechazar todo mecanismo de ejercicio sistemático de violencia. Aunque me gustaría aclarar, que no es un rasgo de mi personalidad la discreción o sumisión, por el contrario, sé defender con ímpetu mi punto de vista, aprendí a establecer límites y fijarme con convicción ante lo que me parece injusto, ciertamente no soy la persona más pacífica en términos románticos… Hace 7 años se me presento la oportunidad de trabajar en este interesante y retador proyecto que es NNOMY, y lo más gratificante es saber que de alguna forma contribuyo con una causa en la que he creído siempre, rechazar la guerra y todos sus mecanismos violentos para hacerte participe de ella.
En mi paso por NNOMY, he colaborado con Code Pink, con WILPF, con The Military Law Task Force, con Before Enlisting, con War Resisters League, con The Taskforce to End Compulsory Military Training In Schools, con Peaceful Careers Alternatives y aunque muchos no me conozcan me siento realmente orgullosa y satisfecha de contribuir y ser aliada silenciosa y casi invisible de esta gran causa.
Como venezolana, se perfectamente lo terrible que es tener tan cerca y constante la amenaza de guerra, la posibilidad de invasión nos respira en la nuca, nos impide pensar en planes a futuros con optimismo, construir familias con la garantía de un entorno de paz, y si bien en ocasiones las redes sociales nos hablan y muestran la guerra con banalidad, algunos sabemos que definitivamente la guerra es devastadora, perturbadora y que acrecienta por mil las dificultades que viven los sectores sociales más vulnerables. A veces quisiera pensar en un futuro donde realmente el derecho a la paz y la justicia sea respetado, donde la prioridad por resolver los conflictos de formas no violentas sea exactamente eso, una prioridad absoluta de la humanidad, donde niños y niñas no tengan que convivir con el mounstro de la guerra que habita debajo de sus camas, porque su país está en una disputa política, donde jóvenes no sirvan de carne de cañon, donde jóvenes no sean usados para seguir moviendo la máquina de guerra, donde los jóvenes no tengan que ver el reclutamiento militar como una opción de desarrollo y superación profesional y personal, porque son los jóvenes reclutados de cada país los que serán usados para dañar a jóvenes en otra latitud… Entonces sigo aquí en Venezuela, intentando pensar siempre en como contribuir con la construcción de la paz, como hacer de mi vida un espacio donde se rechace la violencia, se apueste por la educación, la justicia social y la equidad de género…
Me sigue llenando de orgullo ser parte de NNOMY, me llena de orgullo saber que mis trabajos son parte de mis convicciones e intereses personales, aunque pocos en realidad sepan a qué me dedico…
Fabiola Cardozo Ponte - Personal de comunicaciones de Peaceful Career Alternatives - This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Considere apoyar a la Red Nacional Contra la Militarización de la Juventud
y nuestra labor para desmilitarizar nuestras escuelas y jóvenes enviando un cheque a nuestro patrocinador fiscal "en nuestro nombre" en la Alianza para la Justicia Global.
Done aquí.
###